Carril contó con periódicos propios:
• 1878.- “Boletín del Comercio”.
• 1893: “Crónica Carrileña”.
Allá por el año 1893 había otro titulado “Crónica Carrileña”, “Defensor de los intereses materiales de esta Villa”; que se publicaba todos los Martes y su Director- Propietario era Don Andrés López Castromán; los precios de suscripción eran: “en Carril, un mes, 0’30 pts. y un trimestre, 0’75 pesetas; fuera, un trimestre, 1’25 pesetas; el punto de suscripción era: Sr. Administrador de la Crónica Carrileña, Plaza de Alfonso XII”.
• 1897: “La Verdad”.
El día 8 de Agosto de 1897 salió a la calle el número “1”- Año I, de “La Verdad”, “Semanario independiente, defensor de los intereses carrileños”, que se publicaba los Domingos y el número suelto costaba 5 céntimos.
Se imprimía en Santiago de Compostela, IMP. DE ALENDE, TORAL, 3.
En este primer número aparece como noticia de interés la composición de la Corporación Municipal, cuya toma de posesión había tenido lugar el día 1º del me de Julio: los cargos eran los siguientes: Alcalde presidente, D. José Alemparte Vieytes; Primer Teniente Alcalde, D. Pío Severino Carrasco Iglesias; Segundo Teniente Alcalde, D. Manuel García Pérez; Síndico, D. Ramón Cerqueiras Falcón; Regidor Interventor, D. José Giráldez Míguez; Concejales: D. Ricardo Caamaño Martínez, D. Luis Fuentes Carnero, D. José Cortizo Gil, D. Luciano Buhigas Abad y D. Juan Esmorís García.
Añade que “Al tomar la vara el Sr. Alemparte ha pronunciado un bien dicho discurso, que sentimos no poder darlo a conocera nuestros lectores.
El Sr. Carrasco se expresó asimismo en sentidas palabras que constituyeron un hermoso discurso que en el presente número debido al exceso de original no nos es posible publicar, pero que haremos en el próximo aunque en ello hiciéramos la modestia que es característica en nuesto amigo.
Al enviarles nuestra enhorabuena muchos nos prometemos fundadamente de la actual Corporación; y esperamos que con su valisa iniciativa, empezará para Carril una era de progreso y tranquilidad que le es tan necesaria”.
También en este primer número de “La Verdad” aparecen diversas noticias acerca de las necesidades de este pueblo:
“Nuestros vecinos del extrarradio, sobre todo los de Bamio, se quejan con razón de la falta de fuentes, en los lugares de O Campanario, Vilar y Amproa viéndose precisados a a recoger el agua para su consumo en donde abreva el ganado. Creemos muy justísima la queja y esperamos que la Corporación municipal se ocupe pronto de tal mejora que siendo de tan poco coste es de suma importancia”.
“Son muchos los pedidos de casas que este año hay hechos por distinguidas familias para pasar en estas hermosas playas la temporada de baños.
Y a propósito de ello no debiera descuidar nuestra autoridad local la higiene tan necesaria en esta época de calores, de la que está bastante atrasada esta villa. No estaría tampoco por demás se girase una visita a los establecimientos de artículos de comer y beber, pues según tenemos entendido, en algunos su destado no es el más á propósito para el consumo”.
“Hemos oído a muchas personas quejarse de las medidas y pesas que usan para expender sus artículos algunos establecimientos.
Ojo, pues, señor Alcalde”.
“Felicitamos al virtuoso señor cura párroco de esta villa por el esplendor que supo imprimir a las fiestas religiosas que en honor del Santo Apóstol y de San Fidel se han celebrado en los pasados días”.
También aprovecha la redacción de este periódico para hacer un comentario sobre el Alcalde y el Secretario de la anterior Corporación:
“Sentimos los procesamientos que por el Juzgado de Cambados se han dictado contra los señores Cortizo y López Castromán, alcalde y secretario respectivamente que han sido de este pueblo.
Como la cuestión está “sub judice” no somos más explícitos por hoy; lo que si diremos que contrasta grandemente la conducta de estos señores al frente del Ayuntamiento, con aquella campaña de moralidad y de honradez que el hoy señor López Castromán (D. Andrés), predicaba desde las columnas de la “Crónica Carrileña.”.
También el este mismo nº 1 del semanario “La Verdad”, se daba cuenta de las Fiestas de San Fidel, de las que se manifestaba que hacia mucho tiempo que no se habían presenciado en Carril festejos tan brillantes en honor del glorioso mártir, cuyo cuerpo, según autorizadísimas opiniones, es el mismo que se conserva bajo el altar mayor de la Iglesia Parroquial.
La Comisión encargada de los mismos, a cuyo frente estaba Don Pío Carrasco, no perdonó medio alguno para que, tanto los actos religiosos como los profanos, resultasen lo más lucido posible; no se podía esperar otra cosa, dada la colaboración con que había contado tanto por parte del Ayuntamiento como por el “virtuoso y celoso señor Cura Párroco”. Formaban parte de la Comisión los jóvenes señores Carrasco, Alemparte (Don Camilo), Seijas, Abad y La Fuente, además del industrial señor Couceiro.
Las iluminaciones que, en los días 1 y 2 de Agosto, se verificaron desde la Casa Ayuntamiento hasta el muelle piedra, lo mismo que los fuegos de lucería quemados durante la velada - decía el periodista - resultaron sorprendentes: profusión de farolillos, caprichosamente colocados, daban un aspecto fantástico a aquel paraje, que estuvo animadísimo por distinguida concurrencia.
La Banda de Música de Infantería de Marina del Ferrol que, de regreso de las fiestas de Santiago, se había embarcado en nuestro puerto, amenizó el paseo que tuvo lugar de 12 á 2, en la Plaza de Alfonso XIII; durante las fiestas, una afinada Banda de Música de Padrón dejó oír unas escogidas piezas de su repertorio en las dianas, en los paseos y en las regatas, de las que las de dornas fueron muy reñidas, y en las divertidas cucañas de mar y tierra.
El Ayuntamiento, “siempre galante y atento y dando una prueba de que se interesa para que el bañista encuentre todas las comodidades y diversiones posibles en estas playas”, obsequió a las familias veraneantes con un baile en la Casa Municipal; distinguidas señoritas dieron realce a esta fiesta, que duró hasta avanzada la noche.
Allí se encontraban las señoritas Ameigeiras, Burillo, Neé, Domínguez, Carrasco, Alemparte, Castaño, Franco, así como las señoras de Alemparte, Neé, Fuentes, Domínguez y otras que no recordaba el periodista, “a quienes hacían los honores lo más granado de los hijos de Carril”.
Finalizaba la crónica diciendo que también las funciones religiosas demostraron una vez más el celo que el ilustrado señor cura párroco de esta villa tiene por los intereses que le están encomendados, “al mismo tiempo que pusieron de manifiesto el esplendor y la magnificencia con que en este pueblo se celebran todos los actos de nuestra sacrosanta religión”.
La redacción de “La Verdad” felicitaba todos los valiosos elementos que tomaron parte en la realización de las fiestas y en especial al Cura Párroco que sufragó los gastos de las fiestas religiosas de su bolsillo particular.
Aunque en 1897 Carril ya emprendió su particular declive, suceden una serie de hechos que nos dan una pequeña idea de la gran actividad de aquellas personas que gozaban del suficiente prestigio para dirigir la ida de esta Villa.
Pero la nueva Corporación anuncia una época de prosperidad y engrandecimiento para el pueblo de Carril, pues, desde el mes de Julio en que tomaron posesión de sus cargos, propuso una serie de iniciativas.
En la edición del Semanario “La Verdad” correspondiente al día 10 de Octubre de 1897, bajo el título “Historias Viejas” se reproducen varias noticias de la “Crónica Carrileña”:
17 de Octubre de 1893:
“Hoy hemos tenido el gusto de saludar en Villagarcía a nuestro respetado amigo y jefe D. José Salgado.
“Bien venido”.
28 de Febrero de 1894:
Ha regresado de Sevilla el acreditado y activo comerciante de esta plaza nuestro querido amigo D. Ricardo Caamaño.
“Dámosle nuestra bienvenida”.
7 de Marzo de 1894:
“En el vapor que sale hoy de Villagarcía para Buenos Aires, embarca D. Ramón Vieytes, hijo de nuestro querido migo el señor Vieytes.
“Deseámosle un feliz viaje y mucha salud para América”.
21 de Marzo de 1894:
“Han salido para París nuestros estimados amigos D. Ramón Vieytes y D. Antonio Alemparte.
Dichos señores se detendrían unos días en Ferrol y Coruña.
“Deseámosle un feliz viaje y pronto regreso”.
25 de Abril de 1894:
Al pueblo carrileño exponemos la conducta del digno e ilustrado Concejal señor Cerqueiras, el cual no perdona medio alguno de trabajar para el adelanto y prosperidad del distrito…
“Nuestra enhorabuena al señor Cerqueiras”.
Y en este mismo número insertaba esta queja:
“Uno de los principales focos de infección en todas cuantas epidemias ha habido en esta villa, ha sido el lavadero de San Andrés, situado dentro de la población y al lado del centro industrial más importante de la misma como es la fábrica del señor Alemparte, á donde concurren más de cien obreros.”
25 de Junio de 1894:
“Las personas de más simpatía en el pueblo eran D. Ricardo Caamaño, D. Manuel Casas y el cura párroco”.
En la edición de este mismo Semanario, correspondiente al día 17-10-1897, se publica la noticia del nombramiento de don José Salgado Rodríguez, Gobernador Civil de la provincia de Lugo, motivo por el cual don Ramón Castromán y don José Alemparte Vieytes organizarían un banquete en su homenaje; añadía que el miércoles siguiente saldría un número extraordinario dedicado a este señor.
En la portada de dicho número del día 20, se comunica con grandes tipos de imprenta la satisfacción que causó este nombramiento en los “distritos de Carril y de Caldas y todas cuantas personas se interesan por la prosperidad y engrandecimiento de nuestra querida Galicia”; así el Gobierno del don Práxedes Mateo Sagasta premiaba los servicios prestados a Galicia por Don José y la defensa de los intereses de sus electores durante 22 años.
Ya en la segunda página reproduce el nombramiento, aparecido en la Gaceta de Madrid del 13 Octubre:
Reales Decretos – “De acuerdo con el Consejo de Ministros en nombre de mi Augusto Hijo el Rey Alfonso XIII y como Reina Regente del Reino, vengo en nombrar Gobernador Civil de la provincia de Lugo á D. José Salgado Rodríguez. Dado en Palacio á doce de Octubre de mil ochocientos novena y siete. María Cristina.
– El presidente del Consejo de Ministros, Práxedes Mateo Sagasta.
En otras páginas, bajo el título de “Salgado y Carril”, se decía que el nombre de don José Salgado estaba íntimamente ligado a la historia del pueblo carrileño, que si no había prosperado lo que debiera no había sido “por negligencia de su celoso protector, sino fuerza es confesarlo, tuvo por causas la apatía del mismo pueblo, las luchas políticas que más bien debían de ser conocidas por el nombre de enemistades personales, y la indiferencia de los que habían regido la cosa pública”; confiaba por tanto, en el reconocimiento, por parte del Ayuntamiento, de los importantísimos servicios que había prestado a este pueblo el Gobernador electo de la provincia de Lugo, haciéndolo constar así en acta y dándole nombre a una calle.
A continuación enumera las mejoras y concesiones obtenidas por el pueblo de Carril debidas a su gestión: arreglo de la Iglesia Parroquial; concesión de los terrenos para el ensanche; concesión del telégrafo, mejora necesaria e importantísima de que antes carecía el puerto; construcción de la línea férrea de Carril a Pontevedra; logro de la revocación de la R.O. que declaraba propiedad particular la Malveira Chica para ser convertida en un parque ostrícola; reposición de rehabilitación de la Aduana cuando había sido suprimida en Noviembre de 1894; próxima subasta de la carretera de Cesures; concesión de bibliotecas populares para las sociedades de esta villa; gestiones realizadas con otros valiosos elementos del pueblo para conseguir 3.250 pts. de la Diputación provincial y de la Junta de Socorros de Vigo, destinadas a las familias de los hijos de Carril, que habían perecido víctimas de la catástrofe de Santander cuando tuvo lugar la explosión del vapor “Cabo Machichaco”.
En relación con su biografía, se decía de este hijo de Caldas “antiguo seminarista en los compostelanos de San Clemente y San Martín, que renunciando el bonete y la sotana, por el manteo y el tricornio, ingresa en la Universidad de los Marzoas y Diego de Muros, y logra vestir honrosamente el birrete y la muceta roja en lugar de el canal y el manteo, brillando en la palestra del periodismo como ante había descollado en la sólida argumentación propia de la escuela escolástica”.
También decía este periódico que “Ayer tuvo lugar en la vecina villa un banquete con que sus amigo y los alumnos del Colegio de San Luis Gonzaga, dirigido por D. Martín Gómez Abal, le obsequiaron con motivo de su nombramiento”.
Mientras el extraordinario de “La Verdad” estaba circulando por el pueblo de Carril, se celebraba en casa de los señores de Alemparte un banquete familiar, que los amigos de este pueblo dedicaban al señor Salgado; en él se le entregó un magnífico bastón de mando, de caña blanca de Filipinas, con puño de oro ochavado y grabado con una greca alrededor de alto relieve y en el centro la iniciales “J. S.”; tenía magníficas borlas de Gobernador, de seda y oro y estaba dentro de un estuche de nogal, forrado de terciopelo azul, con un placa de plata en la cubierta con la dedicatoria y los nombres de los amigos. También se le entregó un prensa-papeles de plata, en forma de trípode, con las alegorías del jurisconsulto, y un tintero y una pluma, enlazados por un tronco con ramas de roble. Fueron construidos en los talleres del señor Bacariza, en Santiago.
Finalizaba el redactor diciendo que al mismo tiempo, “infinidad de fuegos y un bien afinada banda música que recorrerá las calles, anunciará el regocijo público y la estancia en esta villa durante breves horas de nuestro distinguido jefe político”.
En el nº 19 de este periódico, de fecha 12 de Diciembre de 1897, se hace mención a otro periódico de Carril, titulado “La Nube de Verano”.
También, a finales del siglo XIX, existió “El Varapalo de Picaños”, cuyo director fue un industrial, propietario de una fábrica de fundición y representante de la Logia Masónica de Carril, “La Luz de Arosa”, fundada en 1881.