El hórreo es una de las edificaciones que podemos contar por millares en las tierras gallegas. No obstante, debido a su cometido, cual es, el resguardar las cosechas de maíz y otros cereales de las fauces de los roedores, podemos encontrarlos también fuera de la Comunidad Gallega así como en los más lejanos lugares del mundo.
No hay una regla fija para su construcción y por ello puede decirse que no existen dos iguales, si bien tienen dos reglas primordiales cuales son:
1ª.-Que tienen que tener unas ranuras angostas en sus cuatro paredes para facilitar la circulación de aire por su interior y mantener los alimentos en ellos guardados en óptimas condiciones.
2ª.- Que la construcción tiene que estar asentada encima de columnas rematadas en su parte superior por unas piedras planas y redondas para que no puedan subir los roedores.
Tanto la forma como su tamaño son imposibles de describir pues, aunque generalmente son rectangulares existen, no obstante, otros circulares e incluso cuadrados. El tamaño de los mismos es igualmente impredecible puesto que los hay desde los 4 o 5 metros de largo hasta tamaños enormes sustentados por hasta más de 30 columnas. Siendo el de Araño (Rianxo) el mas grande que se conoce
Es curioso que, al menos por Galicia, en uno de los ángulos del tejado se remata este por una cruz y en el otro una veleta o un pilar de piedra, en forma de punta de lanza e incluso la figura de un guardia civil como yo he visto. Eso naturalmente es a gusto del constructor o propietario.
La antigüedad de estas construcciones no puede datarse con una fecha fija pues ya se han relatado en escritos en los que se nombran durante la estancia de los celtíberos en España.
Muchos de ellos han desaparecido por el paso del tiempo y por la emigración de propietarios hacia pueblos mas importantes; no obstante hoy es fácil encontrar muchísimos en Galicia algunos de los cuales son de una belleza inmensa.
Están catalogados por Patrimonio y, al igual que los cruceiros que también lo están, unos y otros han ido a parar incluso a América para adornar propiedades de capitalistas de descendencia gallega.
Su nombre también es variado aunque una de las palabras mas utilizadas es llamarle “piorno”.